Era como intentar armar un rompecabezas sin todas las piezas. Cualquiera que fuera la fuente, no parecía que el chico peludo fuera a detenerse pronto. Tuvo que tomar medidas más drásticas que los métodos de entrenamiento convencionales que había estado usando.
A través de una combinación de cámaras nocturnas y sigilos sigilosos detrás de su peludo, logró identificar el origen del hábito del gato. Saltaría y se arrastraría a través del árbol al lado de su casa y luego se deslizaría por un hueco en la ventana superior… del ático.
Ella no perdió más tiempo. Tenía que ver lo que estaba haciendo.
Su primer pensamiento es que estaba arrancando el aislamiento de su propia casa. Pero cuando finalmente encontró la zona cero, la verdad fue tan inquietante como hilarante. Golpeó el gran tesoro con un palo.