El caballo se niega a parir cuando el veterinario lo ve y llama a la policía
La presión abrumadora
En ese momento, Ben tenía miedo por su pobre yegua, pero sabía que lo estaba ayudando a salir del dolor. Sabía que Felicia iba a ser sedada para que pudiera dar a luz de manera adecuada y normal, por lo que él y su amigo debían abandonar los establos de inmediato. Sin embargo, estaban un poco indecisos porque la yegua era muy agresiva y podía hacerles daño.
Finalmente, los dos lograron salir rápidamente y, al poco rato, el animal ya estaba sedado y listo para el procedimiento. El veterinario esperó unos minutos a que el caballo se quedara dormido antes de realizar la ecografía.