Algo terrible
La situación era confusa para Paul. Paralizado, observó cómo su esposa se acercaba a Larry. En un intento de alejarse de la pared, lo levantó.
Mientras observaba, notó que la boca del gato estaba llena de baba blanca y espumosa.
En la nueva habitación, Larry se levantó de un salto y corrió hacia la pared en el momento en que lo bajaron. Continuó gruñendo por lo bajo.
—Cariño —suspiró Beverly—, creo que algo malo está pasando.