Un secreto bien guardado
Con la mirada fija en la pared, no encontraba palabras para describir sus sentimientos. Su atención nunca se vio atraída por la pequeña habitación y nunca sospechó nada. A pesar de ello, todavía carecía de las respuestas que buscaba.
Beverly no podía creer lo que estaba viendo. Sin embargo, los ruidos de rasguños y golpes seguían sin respuesta.
El contratista buscaba un nido de pájaro.