1. Cambios repentinos y evidentes en el comportamiento
Usted conoce a su mascota mejor que nadie, por lo que debería poder darse cuenta de que algo no va bien observando atentamente su comportamiento. Por ejemplo, si su enérgica y vivaz bola de pelo de repente se vuelve lenta y somnolienta, eso debería darle una pista de que algo no va bien.
- Nota: Los felinos son criaturas estoicas y complicadas, y a veces hacen todo lo posible por ocultar su dolor y su angustia. Eso significa que no siempre puedes confiar únicamente en observar su comportamiento para saber si necesitan tu ayuda. Afortunadamente, hay otras formas de determinarlo.
2. Aumento de las vocalizaciones
Muchos gatos son buenos para expresar sus emociones a través de una amplia gama de maullidos, aunque esto puede variar según su raza y personalidad. Algunos felinos tienden a ser bastante vocales, mientras que otros permanecen obstinadamente callados todo el tiempo. Por ejemplo, se sabe que los gatos siameses son particularmente habladores, mientras que los birmanos se encuentran entre las razas más tranquilas. Dicho esto, un gato en verdadera angustia puede maullar o aullar fuerte, lo que indica un posible problema de salud que puede requerir atención urgente.