Un gato llora mientras espera que lo sacrifiquen. Entonces el veterinario exclama: “¡Esto no puede ser verdad!”
Saliendo de la habitación
Todos en la sala se quedaron en silencio, todos esperando una explicación, pero no llegó ninguna. En cambio, el Dr. James salió de la sala, dejando a todos atrás.
Mientras tanto, Marbles seguía tumbado tranquilamente en la mesa, sin saber qué sucedía a su alrededor. Sophie, la asistente del veterinario, corrió rápidamente tras el doctor.
James. Ella tenía que saber lo que había visto.