El pequeño barrio era una comunidad muy unida donde todos se conocían y se cuidaban entre sí. Era un lugar tranquilo donde los niños jugaban en las calles y los vecinos solían reunirse para hacer barbacoas y comidas compartidas.
El gato callejero lidera el camino
Pero un día, los vecinos del barrio se encontraron con un misterio. Una perra recién parida acababa de tener una camada de cachorros, pero un día, los cachorros desaparecieron. Los vecinos buscaron por todos lados, pero no pudieron encontrar rastro alguno de los cachorros. Eso fue hasta que un gato callejero les llamó la atención.
Una de las residentes, una mujer llamada Sarah, estaba caminando afuera de su casa cuando vio a un gato callejero que llevaba algo en la boca. No podía distinguir bien qué era, pero tenía la sensación de que podría tener algo que ver con los cachorros desaparecidos. Sarah era una persona de buen corazón y amaba a los animales, así que decidió seguir al gato para ver a dónde iba.