La dueña llama a la policía cuando descubre por qué el gato se niega a salir del lavabo
Luna parecía haberse calmado.
Cuando nació Lily, Jennifer se preocupó de inmediato por cómo actuaría Luna cerca del bebé. Su mayor temor era que Luna le hiciera daño a Lily. Para garantizar la seguridad del bebé, Jennifer y Julian se tomaron un tiempo libre del trabajo para cuidar de Lily. Poco a poco, las cosas mejoraron y Luna comenzó a comportarse muy bien. Sin embargo, poco después de que regresaran al trabajo, Eve llamó con noticias alarmantes sobre Luna y el bebé. Su voz estaba llena de preocupación, lo que hizo que el corazón de Jennifer se acelerara.