5. Afirmar el control mediante la comunicación vocal
Los gatos pueden no responder a las órdenes verbales de la misma manera que los perros, pero están muy familiarizados con las sutilezas de la comunicación vocal. El tono y el volumen de su voz pueden ser herramientas poderosas para establecer autoridad y modificar el comportamiento de su gato. Comprender cómo usar eficazmente la comunicación vocal puede mejorar en gran medida su capacidad para controlar las acciones de su gato y reforzar los comportamientos deseados.
Los gatos son sensibles a los sonidos y pueden detectar pequeños cambios en tu voz. Si bien es posible que no entiendan las palabras específicas que estás usando, sin duda pueden captar la intención y la emoción detrás de tus vocalizaciones. Esta sensibilidad te permite afirmarte como la figura dominante en tu hogar y transmitir aprobación o desaprobación de comportamientos particulares.
La coherencia es fundamental a la hora de utilizar la comunicación verbal para establecer el control. Asegúrate de diferenciar claramente el tono que utilizas para elogiar del que utilizas para corregir. Para elogiar, utiliza una voz alegre y aguda. Esto resuena naturalmente con emociones positivas e imita los sonidos que hacen las gatas con sus gatitos. Cuando expreses desaprobación, utiliza un tono más bajo y firme. Este contraste ayuda a tu gato a distinguir entre un comportamiento aceptable e inaceptable.
El momento oportuno también es crucial en la comunicación vocal. Para que sea más eficaz, su respuesta vocal debe ser inmediata y estar directamente relacionada con el comportamiento que está abordando. Si está elogiando un buen comportamiento, hágalo de inmediato para reforzar la acción positiva. Del mismo modo, si está desalentando un comportamiento no deseado, su respuesta vocal debe ser rápida y clara. Aunque al principio pueda resultar incómodo, no dude en utilizar la voz cuando sea necesario para corregir un comportamiento dañino o altamente indeseable. Un “¡No!” firme y rotundo puede ser muy eficaz para detener a un gato en medio de un mal comportamiento. Sin embargo, evite gritar o chillar en exceso, ya que esto puede hacer que su gato se estrese o se asuste, lo que podría dañar su relación.
Recuerda que la comunicación verbal siempre debe ir acompañada de otras formas de refuerzo. Por ejemplo, si le estás diciendo a tu gato que deje de arañar los muebles, redirígelo inmediatamente a un poste rascador y prémialo. Combinar señales verbales con redirección física ayuda a tu gato a comprender mejor lo que debe y no debe hacer.
Tu propio estado emocional también es importante cuando utilizas la comunicación vocal. Los gatos son sensibles a las emociones de sus dueños, por lo que si te sientes estresado o enojado, es probable que esto se refleje en tu voz y podría agravar la situación. Intenta mantener la calma y la compostura, incluso ante comportamientos frustrantes.