Acurrucados a la hora de la cena
Lilo se acurrucó con Rosie hasta que tuvo la suficiente confianza para beber de un biberón. Rosie no era la única que se sentía segura en ese momento de abrazos. Lilo también. De hecho, se quedó acostada junto a Rosie durante un par de horas sin levantarse para comer esa noche. Thoa se vio obligado a llevarle la comida a Lilo para que no tuviera que ponerse de pie. Era una vista tan adorable. Thoa no anticipó lo que estaba por venir.